Santo Tomás de los Plátanos, México. Enclavada entre montañas y una vegetación típica de la zona sur del Estado, la Cabecera Municipal de esta demarcación, conocida como “Nuevo Santo Tomás de los Plátanos”, es una clara referencia de los cambios sociales que ocurren cuando el “progreso” llega a una localidad, el cual siempre trae consigo ciertas contrariedades, a veces menores y en otros casos mayores, tal como se comenta a continuación.
Ubicado en una planicie, en medio de dos enormes montañas, este pueblo fue reubicado para llevar a cabo la construcción de una presa que genera electricidad; en el sur del Estado es el único caso donde una comunidad entera y de grande número de habitantes tuvo que trasladarse hacia otro sitio, dejando atrás la historia e identidad que por muchos años le caracterizó a partir de su fundación hace un largo tiempo.
Oficialmente fue un 14 de octubre del año de 1956 cuando la Cabecera Municipal de Santo Tomás de los Plátanos fue reubicada, por lo que los habitantes iniciaron una nueva vida a varios kilómetros de este sitio, ahora sobre una montaña donde actualmente se encuentra instalado el Ayuntamiento y gobierno municipal, comercios y por supuesto, viviendas.
A raíz de este acontecimiento que marca un antes y un después en la historia de esta demarcación sureña, la Cabecera Municipal recibe el nombre de “Nuevo Santo Tomás de los Plátanos”, debido a que esta población es relativamente nueva, con apenas 63 años. El sitio donde antes estuvo esta comunidad recibe el nombre de Pueblo Viejo, o de antiguo Santo Tomás de los Plátanos.
Actualmente, la cúpula de la iglesia es el único recuerdo que los habitantes tienen de la que un día fue su comunidad, algunos señalan que el nivel del lodo alcanzó unos 10 metros de profundidad, por lo que las antiguas casas, (muchas de ellas construidas de adobe), han desaparecido debido a la presencia de agua durante gran parte del año.
Aunque para los habitantes, principalmente para los adultos mayores, lo anterior ya no representa algo relevante, para quienes visitan esta tierra sureña es motivo de asombro conocer la historia y este sorprendente relato donde un pueblo completo fue reubicado de un sitio a otro, hecho que es único en esta región y solo equiparable (aunque no igual) con un caso ocurrido en Tejupilco durante el 2014, cuando 41 familias de la comunidad de La Fundadora tuvieron que ser trasladados hacia otra zona debido a una falla geológica que amenazaba con ocasionar una tragedia.