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Descubren cómo la piel puede favorecer la transmisión del virus Ébola


Redacción El Monitor


El ébola, una enfermedad hemorrágica grave causada por un virus, es endémica en regiones de África Central, Oriental y Occidental. Si bien se sabe que el virus se transmite principalmente por contacto directo con fluidos corporales de personas infectadas, recientemente se ha señalado otra posible vía de transmisión.


El patógeno también puede estar en la superficie de la piel durante las etapas avanzadas de la enfermedad o después de la muerte.


Un estudio realizado por la Universidad de Iowa, el Instituto de Investigación Biomédica de Texas y la Universidad de Boston de los Estados Unidos reveló los mecanismos celulares que permiten al virus del Ébola pasar desde el interior del cuerpo a la superficie de la piel.


Los hallazgos fueron publicados en la revista Science Advances y sugieren que la piel podría ser una ruta clave para la transmisión de persona a persona.


El Ébola es contagioso, pero no tan contagioso como la varicela o el sarampión. En esta enfermedad, la persona empieza a ser contagiosa después de empezar a tener síntomas y a encontrarse mal debido a la infección.


Luego, de acuerdo con la plataforma Nemours KidsHealth de los Estados Unidos, el estatus contagioso persiste hasta que el virus deje de estar presente en la sangre y los fluidos corporales de la persona, incluso aunque ya hayan desaparecido sus síntomas. Una persona infectada puede tardar semanas y hasta meses en dejar de transmitir el virus.


Desde que se detectó por primera vez en 1976 en una aldea cercana al río Ébola, en la República Democrática del Congo (antigua Zaire), los brotes de ébola se han registrado en distintas zonas de África.


La epidemia de África Occidental de 2013 a 2016 es la mayor hasta la fecha, con un resultado de 28.000 infecciones y 11.000 muertes.


Más recientemente, varias regiones de la República Democrática del Congo han tenido brotes episódicos que persistieron durante semanas o meses.


Los investigadores de los Estados Unidos tuvieron en cuenta el impacto del ébola en esas poblaciones y que no existían modelos sólidos y reproducibles para estudiar la infección cutánea por el virus.


El estudio identificó que el virus del Ébola infecta diversos tipos de células en la piel, incluyendo macrófagos, células endoteliales, fibroblastos y queratinocitos. En particular, se descubrió por primera vez que los queratinocitos, células únicas de la capa externa de la piel, son capaces de albergar y replicar el virus.


Los investigadores desarrollaron un modelo innovador de “explantes cutáneos”, que son fragmentos de piel que se cultivan en un medio artificial. De esta manera, los investigadores pudieron rastrear el recorrido del virus en biopsias de piel humana.


Las partículas virales fueron introducidas en la capa dérmica, simulando cómo el patógeno podría moverse desde los vasos sanguíneos hasta la superficie de la piel. En apenas tres días, se detectaron partículas virales infecciosas en la epidermis, lo que demuestra una rápida propagación del virus a través de las capas cutáneas.


“Nuestro trabajo proporciona evidencia de un mecanismo que el EBOV utiliza para salir del cuerpo humano”, explicó la doctora Wendy Maury, autora principal y profesora de microbiología e inmunología en la Universidad de Iowa.


“Comprender cuáles son las células que el virus infecta es crucial para desarrollar estrategias antivirales racionales”, mencionó.


El descubrimiento de que el virus del Ébola puede infectar y replicarse eficientemente en las células de la piel tiene importantes implicaciones. Subraya el riesgo de transmisión por contacto con la piel de personas infectadas, especialmente en las etapas avanzadas de la enfermedad o después de su fallecimiento.


Además, el estudio destaca el potencial de utilizar explantes cutáneos humanos como modelo para evaluar tratamientos antivirales. Esos modelos tridimensionales replican la complejidad de la piel humana y ofrecen un sistema rentable y relevante para la investigación terapéutica.


El nuevo modelo de estudio que desarrollan investigadores de los Estados Unidos permitirá probar tratamientos antivirales accesibles (NIAID, FLICKR)

“Este estudio explora el papel de la piel como una posible ruta de transmisión del virus del Ébola e identifica, por primera vez, varios tipos de células cutáneas que son susceptibles a la infección”, señaló Kelly Messingham, coautora y profesora de dermatología.


Los hallazgos podrían ayudar a mejorar tanto los protocolos de salud pública como el desarrollo de tratamientos antivirales dirigidos para limitar la propagación de la enfermedad.


Al profundizar en las interacciones entre el virus del Ébola y las células de la piel humana, esta investigación sienta las bases para medidas preventivas y terapéuticas más efectivas contra una de las enfermedades virales más letales.

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