Redacción El Monitor
El 8 de agosto es una jornada de gran celebración para los amantes de los gatos de todo el mundo. Esto se debe a que es el Día Internacional del Gato, aniversario establecido en 2002 por el Fondo Internacional para el Bienestar Animal. Así que es probable que pronto internet empiece a llenarse de fotos de los usuarios y memes protagonizados por estos felinos, pero este día conmemorativo pretende ser mucho más, incluso un momento de reflexión.
Y es que a veces nuestras mascotas podrían estar insatisfechas, y cuando lo están, ¿cómo nos lo hacen saber? Por ejemplo, arañan por todas partes, dejando marcas de sus garras en los muebles y la tapicería. Pero la ciencia viene a nuestro rescate: aquí tienes algunos consejos que harán que tu mascota se sienta bien y también los muebles de casa.
Que un gato se afile las uñas es absolutamente normal. Es un comportamiento inherente a la naturaleza del animal, y es sano, por lo menos dentro de ciertos límites. Pero una actitud particularmente insistente o destructiva puede ser, de hecho, la forma que tiene nuestro gato de decirnos que algo no va bien, que se siente frustrado. Unos investigadores de la Universidad de Ankara deseaban investigar este aspecto, que frecuentemente se percibe como un problema, y mediante una encuesta realizada a más de 1,200 propietarios de gatos en Francia, dedujeron los posibles factores que influyen en su conducta. Los resultados del estudio se publicaron en la revista Frontiers in Veterinary Science.
El sondeo reveló una fuerte asociación entre el hecho de que los gatos arañen las superficies y la presencia de niños en casa, sobre todo de los niños más pequeños. Los felinos que participan en sesiones de juego muy largas o tienen una vida nocturna activa también tienden a rasgar más los muebles y la tapicería. En la raíz de todo ello, especulan los investigadores, estaría el aumento de los niveles de estrés.
“El estudio sugiere que la presencia de un niño estaría asociada con episodios de arañazos en el entorno doméstico. Además, la duración del juego, el carácter lúdico y la actividad nocturna se identificaron como factores que contribuyen significativamente a aumentar los niveles de arañazos”, recoge la investigación.
Aunque algunos factores no pueden controlarse, como el temperamento de un gato en concreto, otros es posible abordarlos realizando cambios en el entorno del gato y en la relación que los integrantes de la familia tienen con el animal.
Los investigadores recomiendan colocar rascadores o postes de arañazos en las zonas de la casa donde el gato pasa más tiempo, quizá cerca de su lugar de descanso favorito. El uso de feromonas especiales también resulta útil. Es importante ofrecerle al animal escondites seguros y lugares elevados que le permitan observar el entorno sin que lo molesten.
Además, las sesiones de juego, por tanto, no deben faltar si quieres aliviar el estrés del felino. Sin embargo, es mejor que sean episodios de corta duración para mantener su interés del gato y que simulen escenarios de caza en los que el minino tenga éxito, aumentando sus niveles de satisfacción y autoestima. Recuerda que, si bien las sesiones de juego largas suelen cansar al animal, también incrementan sus niveles de estrés.
En resumen, debes intentar ofrecerle alternativas interesantes y actividades constructivas que le distraigan de arañar el sofá. Cambios similares, aseguran los investigadores, también tendrán el efecto de mejorar la relación entre los humanos y el gato doméstico.
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