Redacción El Monitor
Ubicada en el corazón de Iztapalapa, en el emblemático Cerro de la Estrella, se encuentra la enigmática "Cueva del Diablo", un lugar que ha estado rodeado de misterio y leyendas que han perdurado por generaciones, convirtiéndose en un sitio fascinante y temido al mismo tiempo.
Desde tiempos prehispánicos, el Cerro de la Estrella ha sido considerado un espacio sagrado, pues en este sitio se realizaba el ritual del Fuego Nuevo cada 52 años, un evento de gran importancia para las culturas mexicas que simbolizaba la renovación y purificación del universo.
Sin embargo, más allá de su historia ceremonial, la cueva ha adquirido una fama mucho más oscura.
La leyenda local sostiene que esta cueva es un portal que conecta con el inframundo; según los rumores, aquellos que se atreven a cruzar su umbral podrían encontrarse cara a cara con el mismísimo Diablo.
Por esta razón, muchos habitantes de la zona prefieren evitar el lugar, especialmente cuando cae la noche.
Historias de desaparecidos que jamás regresaron después de ingresar a la cueva han alimentado su leyenda. Se dice que en su interior pueden escucharse gritos y lamentos, además de vislumbrarse sombras que no parecen pertenecer a este mundo. Para muchos curiosos, estos fenómenos son una muestra clara de lo sobrenatural.
Otro de los relatos populares asegura que la entrada de la cueva está custodiada por una figura sombría, un "guardián" que no permite que cualquiera ingrese. Esta figura misteriosa se ha convertido en parte de la mitología del lugar, aumentando el temor y la fascinación por explorar sus profundidades.
En los últimos años, las autoridades han colocado una cerca alrededor de la cueva para impedir el acceso, debido al peligro que representa tanto por su estructura como por las leyendas que la rodean.
Además, la vegetación ha crecido densamente, dificultando aún más la visibilidad y la entrada. La seguridad en la zona también se ha intensificado para disuadir a los curiosos y evitar posibles incidentes.
Pese a los esfuerzos de algunos investigadores por estudiar los fenómenos que ocurren en este sitio, no hay una explicación clara para los extraños eventos que muchos afirman haber presenciado.
Esto deja abierta la pregunta: ¿se trata simplemente de mitos locales o realmente hay algo sobrenatural escondido en la Cueva del Diablo?
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