Momentos de pánico viven pasajeros en crucero; fue sorprendido por un temporal de vientos huracanados
Redacción El Monitor
En alta mar un crucero en medio del alto oleaje, se inclinó 45 grados provocando caída de objetos, desplazamiento de muebles y gritos desesperados de los pasajeros.
Ocurrió en el crucero Explorer of the Seas, de la empresa Royal Caribbean, el pasado siete de noviembre, cuando se dirigía de Barcelona a Miami.
Cerca de Tenerife, en las islas Canarias, el barco se vio sorprendido por un temporal de vientos huracanados, con ráfagas de 138 kilómetros por hora.
El barco se inclinó entonces 45 grados, para terror de los pasajeros. Las sillas comenzaron a desplazarse de un lado a otros, igual que algunos muebles, vasos y botellas de estanterías. Los pasajeros apenas si podían tenerse en pie, mientras gritaban de terror.
Uno de los pasajeros, que se identifica como Dan, publicó en redes sociales los momentos que vivió a bordo del crucero, que grabó en su celular.
“Cuando salí del pub oí gritos, los vasos caían y el crucero había empezado a inclinarse”, señaló. Contó que vio un cartel publicitario que golpeó a uno de los pasajeros, quien logró agarrar a su novia, que estaba en shock, y logró llevársela.
“Me preguntaba si esto era algo regular, pero cuanto más escuchaba a la gente gritar fue cuando me asusté y tuve que apagar el video”, explicó.
“Algunas personas me dijeron que me acercara a ellos, así que nos abrazamos y abrazamos las sillas a nuestro alrededor”, continuó.
“Pensé que podría ser mi fin, y que el barco iba a hundirse en el agua. Saqué mi teléfono y les envié un mensaje a mis colegas diciéndoles que no sé qué va a pasar y que se cuiden. Estaba escribiendo mi último mensaje pensando que iba a morir”.
La inclinación se prolongó por cinco minutos que a Dan y al resto de los pasajeros -unos 5 mil-, les parecieron eternos.
Dan dijo que fue un “gran alivio” cuando el barco volvió a su lugar.
Y añadió: “Ver el vídeo me da escalofríos y ahora siento que tengo una nueva vida porque pensábamos que se había acabado todo”.
Otro pasajero dijo que el corazón “me dio un vuelco” cuando el barco comenzó a inclinarse.
Uno de los pasajeros del crucero resultó herido y fue trasladado al hospital. Por seguridad, el capitán pidió a la gente permanecer en sus camarotes por seguridad.
Tras lo ocurrido, el crucero decidió hacer parada en el Puerto de la Luz y de las Palmas, en Gran Canaria; algunos pasajeros prefirieron quedarse en tierra y tomar un avión. El crucero partió días después rumbo a Miami.
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