Redacción El Monitor
La presidencia de Donald Trump podría generar tensiones y barreras en la relación comercial México y Estados Unidos pero también oportunidades, consideró José Gerardo Tajonar Castro, presidente Nacional de la Asociación Nacional de Importadores y Exportadores de la República Mexicana(ANIERM).
“El enfoque proteccionista y las políticas migratorias (impulsadas por Donald Trump) podrían generar tensiones y barreras al comercio, también hay oportunidades para que México se fortalezca como socio estratégico, especialmente en el contexto del nearshoring”, dijo el empresario a Forbes México.
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“La elección de Donald Trump como presidente de Estados Unidos para el período que comenzará en enero de 2025 tiene profundas implicaciones para la relación comercial entre México y Estados Unidos, dada su historia de políticas proteccionistas y sus opiniones sobre el comercio internacional, especialmente con México”, añadió.
El presidente de la ANIERM ubicó como principales implicaciones positivas del triunfo del político Republicano:
Las oportunidades para una renegociación del TMEC: Aunque Trump ha criticado los acuerdos comerciales, en su primer mandato impulsó una revisión del TLCAN que resultó en el actual TMEC, buscando beneficios para ambas partes en áreas como los salarios mínimos en la industria automotriz y los derechos laborales. Un nuevo período podría implicar renegociaciones o actualizaciones en áreas estratégicas, lo que podría beneficiar a México si se aprovechan adecuadamente las oportunidades.
Los incentivos a la relocalización (Nearshoring): Con la tensión entre Estados Unidos y China, es probable que Trump continúe alentando la relocalización de empresas estadounidenses en México para reducir la dependencia de China. Esto podría traducirse en una oportunidad para la economía mexicana, que ha visto crecer la inversión extranjera en sectores clave como la manufactura, tecnología y automotriz, lo cual sería un motor de crecimiento importante.
Aumento en la seguridad fronteriza y formalización de exportaciones: El endurecimiento de la seguridad fronteriza tiene implicaciones negativas (que veremos más adelante), también podría traer beneficios al fomentar una mayor formalización de los procesos de exportación e importación.
“Esto ayudaría a reducir el contrabando y promover un comercio más estructurado, aumentando la recaudación de impuestos y fomentando la legalidad en el comercio entre ambos países”, afirma José Gerardo Tajonar Castro.
Y desde la ANIERM ven como implicaciones negativas:
Posibles tarifas o impuestos a importaciones mexicanas: La inclinación de Trump hacia políticas proteccionistas podría llevar a que se implementen tarifas adicionales a ciertos productos importados de México, especialmente en industrias clave como la automotriz y agrícola. “Esto aumentaría los costos de los productos mexicanos en el mercado estadounidense, afectando la competitividad y los ingresos de exportación de México”.
Aumento en la incertidumbre comercial: La relación México-Estados Unidos podría verse afectada por cambios abruptos o inconsistencias en las políticas comerciales, generando un ambiente de incertidumbre para los inversionistas. La volatilidad en las decisiones podría frenar la inversión extranjera directa y afectar la planificación de largo plazo de las empresas que dependen del comercio binacional.
Restricciones en el flujo migratorio: Aunque no es un tema estrictamente comercial, las políticas migratorias más estrictas podrían impactar indirectamente la relación económica al limitar la movilidad laboral entre ambos países. La menor migración de trabajadores mexicanos a Estados Unidos afectaría a sectores como la agricultura y la construcción en ese país, lo cual también podría repercutir en las remesas enviadas a México.
Posible reforzamiento de barreras no arancelarias: Además de tarifas, Trump podría optar por imponer barreras no arancelarias, como normas estrictas de calidad, requisitos sanitarios y fitosanitarios, o inspecciones adicionales para productos mexicanos. Estas medidas aumentan los costos operativos para las empresas exportadoras mexicanas, afectando su rentabilidad y dificultando su acceso al mercado estadounidense.
Tensión política y su impacto en el comercio: Un enfoque confrontacional en las relaciones bilaterales podría crear tensiones que afecten la colaboración en temas económicos. La diplomacia comercial podría volverse más desafiante, dificultando acuerdos rápidos o en beneficio de México en temas relacionados con la energía, la agricultura y la industria tecnológica.
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